La cala by Gregg Dunnett

La cala by Gregg Dunnett

autor:Gregg Dunnett [Dunnett, Gregg]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 2024-02-08T00:00:00+00:00


CAPÍTULO VEINTINUEVE

* * *

El trayecto entre la casa y el colegio duraba diez minutos, pero entre que se ponía la mascarilla que tenía que encontrar en el bolso y recorría a pie los últimos cien metros desde el aparcamiento hasta el cole, habían pasado casi cuarenta minutos cuando el coche de Christine volvió a atravesar la cancela de su casa. El contenedor, afortunadamente, seguía allí.

El Audi blanco de Rodney estaba aparcado en su sitio habitual y la puerta principal de los Slaughter estaba cerrada, aunque Christine no sabía si Janet había vuelto de correr o no. Detuvo el coche y esperó. Ambas casas tenían pequeñas ventanas que daban a la zona de aparcamiento, pero estaban en alto y, al menos en la de ella, estaban diseñadas para dejar entrar un poco de luz en lugar de ofrecer vistas. Eso significaba que, mientras nadie saliera o llegara desde la calle, no la verían mientras rebuscaba en la basura. Aquella idea la ponía nerviosa, pero estaba decidida.

Tras esperar unos segundos, levantó la tapa del contenedor.

Olía un poco. No era horrible, pero sí el desagradable olor que genera la basura que se acumula antes de ser recogida. El ayuntamiento alternaba la recogida del reciclaje con la de la basura, así que hacía dos semanas que el cubo de los Slaughter no se vaciaba. A lo mejor por eso estaba tan lleno. Había latas de comida y bolsas de plástico blancas atadas por las asas con envoltorios que sobresalían. Pero no había nada claramente truculento. Nada que explicara la sangre. Volvió a dejar caer la tapa y dio un paso atrás, sintiendo una oleada de alivio mezclada con… ¿con qué? ¿con estupidez? ¿con la sensación de que estaba perdiendo la cabeza?

Sin embargo, algo la hizo mirar de nuevo para asegurarse. Esta vez apartó algunas de las bolsas, intentando ver qué había más abajo, si es que había algo. Levantó por completo varias de las bolsas que estaban encima y las colocó en el suelo junto a sus pies. Con cada bolsa que sacaba le entraba un poco más de pánico, sabiendo que podían descubrirla en cualquier momento. Pero, a medida que la pequeña colección de basura a sus pies aumentaba, el olor se hacía más intenso. Y entonces, a mitad del cubo, lo vio.

Al principio parecía la cabeza de una escoba, con gruesas y rígidas cerdas. Pero al sacar otra bolsa, su costado se abrió ligeramente y quedó al descubierto todo el cuerpo. Tenía los ojos abiertos y su boca mostraba unos afilados dientes. Le habían hecho un corte limpio en el vientre y sus órganos internos salían a borbotones en forma de tubo de color rosa y morado. Christine miró horrorizada al animal, sin saber qué era. Pero entonces le llamó la atención un resto de color, un pequeño trozo de fieltro azul, y cuando sus ojos se centraron en él, vio que era un collar con la etiqueta del nombre todavía puesta: Luna.

Christine había encontrado la gata perdida de su vecina Agnes.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.